21/6/10

Testamento

Meses de silencio. Enmudecí consciente de que este viaje diario con el que pretendía construirnos a través del espejo había dejado atrás a la única mujer cuyo regazo ansio. Sirvan estas líneas de testamento, de mensaje en una botella, por si a alguien sirven de espejo.

Al fin he comprendido mi sed. Me sacio en esa sensación absoluta de abandono a ella, en la que ninguna otra mujer tendría nunca sitio. En realidad, todo el juego gira en torno a la excitación del sometido. La interrupción del placer, se torna deliciosa tortura. El tiempo se detiene en la antesala del orgasmo y aparece poco a poco el abandono absoluto ante su promesa. Progreso desde su caricia hacia el azote, incapaz de resistirme a su tacto, a su voluntad. Llego a desear su gesto severo, casi aberrante, sólo para sentir la profundidad de mi entrega, de mi derrota, pues vivo en la esperanza de que mi privación será recompensada.

No busco el dolor ni el castigo, sino el intervalo suspendido en el regazo de aquella que decide por mi la negación del placer o su afirmación inesperada. Y así la excitación aparece ya ante la más insignificante demostración de su dominio. Porque se que habrá equilibrio entre placer y martirio.

Hasta siempre

16/11/09

Treichler


El sexo se reduce a su expresión minimalista. Habitamos un fresco destilado de gestos contenidos. Desnudez sin sedas ni encajes, algodón sin raso, inmovilidad sin ataduras, dominio y sumisión sin pasión ni violencia...
No debiera de quejarme. Vacias mi deseo por tres veces en un fin de semana de soledades y reencuentro. Y, sin embargo, siento que el tocarnos se desdibuja. Ansío tu boca en la mía, tu sed encendida en las largas tardes de piel pálida. Siento que el deseo, tu deseo, se aleja de nosotros.

1/11/09

Atardecer


El sol se esconde en el horizonte y el naranja da paso al azul y al gris. Cuando el cielo se viste de sangre se que te irás y la soledad será mi hogar durante tres horas. Te toca ejercer de padre chófer y a mi de amita huérfana. El próximo fin de semana también vendrán. Me siento extraña en esta vida "normal". Deseo estar solos y recuperar la magia de nuestra extraña y maravillosa vida. A veces pienso en la opción de aquel loft que fuimos a ver e imagino un rincón exclusivamente nuestro, ajeno al mundo. Donde guardar tu ausencia durante los fines de semana de padre. Solo deseo que sepamos conservar la belleza, el misterio. Espero pacientemente tu regreso el 9 de noviembre.

29/10/09

Reina por un día


Recuerdo que al despertar pensé "Al fin sábado y estamos solos". -¿Qué quieres hacer hoy?- Me preguntas -Quiero ser tu reina por un día, desde ahora hasta medianoche- contesto con firmeza. Como era de esperar mi proposición te seduce. Nos quedamos en la cama hasta las doce explorando mis deseos. Desayunamos, paseamos en bici, comemos en la terraza. Hace un día espléndido. Contemplo el horizonte y pienso que la vida es maravillosa. Te siento cerca de mí, me siento cerca tuyo. Sonrío al pensar en nuestras iniciales en el árbol y me siento adolescente por un momento. Después de comer me entregas la llave que llevaré al cuello hasta que decida liberarte de tu castidad. Tu ofrenda me conmueve y durante la siesta fantaseo con las posibilidades que me ofrece mi fugaz reinado hasta que empiecen a sonar las campanadas de las doce.

26/10/09

Jack Vetrianno



Ignoro hacia dónde vamos y apenas recuerdo de dónde venimos. De algún modo, sólo existe el hoy y el ahora. ¿Qué somos?
Nuestra historia no está contada. Es la de un hombre y una mujer que empezaron besándose con simetría emocional y caminaron, por amor, hacia la sumisión plena. Recuerdo aún la tarde en que consentí ser tuyo. Me ataste con seda al sofá rojo que habita aún en el salón y te mostraste como una flor abierta, envuelta en encajes y brocados. Recuerdo el sol entrando por la ventana, tu cara complacida, mi alma sumisa enredada en tu perfume...
Mi mundo se pliega sobre ti, envolviéndote. Te pienso, eternamente. Te acaricio cuando me dejas y cuando lo prohíbes. No te idolatro como a una diosa. Al contrario, me conmueve tu humanidad tierna y frágil, cercana, tus accesos de feminidad lunática y confusa, tus intentos de ser nívea... Se puede ser contingente y señora, cual estrella caída en la que reconozco el brillo último que persigo.
En ti habita la virtud y el pecado de todas las mujeres que fueron y serán. Ya no hay un pudiera ser fuera de ti. Fantaseo con el estallido de la tangente de tus deseos, explorando de pronto el territorio ignoto.
Me entristece tu llanto, cuando te asalta la duda de haberme condenado para siempre a una sexualidad torcida o incompleta. Hace tiempo que dejé de desear el acto mecánico de penetrarte. Mi mente no ansía sentir alivio, sino en la prolongación helicoidal del deseo torturado con lentitud. Fantaseo, incluso, con el intenso escozor de tus azotes posesivos, de tus mordiscos desatados, de la presión sin miramientos de tus dedos entre mis nalgas.
Por eso, sombre todo, me aterra un futuro sin ti. Me duele tu indiferencia, anticipo de rechazo. Creo que te lloraría siempre con nostalgia de infancia perdida. Cualquier otra mujer, sin juzgar si es mejor o peor que tú, sólo sería sólo un sucedáneo de ti, una impostura del camino que me ha traído hasta aquí.
Abandónate a tu instinto de posesión. Úsame. Hazme el amor, eternamente.

14/10/09

INTERMEDIO

Este blog, de entrada diaria, enmudeció de pronto tras un delicioso fin de semana en la playa. Nada es eterno. Ella reclamó para si el tiempo nocturno robado para tejer estas páginas esforzadas. Lo prefiere así. Ocurrió en una semana extraña, en la que sentí, además, el frío de su distancia. ¿Para que cortar del jardín flores que no desea? Míos son, pues, mis pensamientos. La soñaré en silencio más ama de lo que ella será nunca, mientras ella se sueña, atormentada, menos mujer. Que lejos está de comprender como la percibo...

7/10/09

Petrilli

Nos vamos unos días a la playa. Conduciré mientras reclinas el asiento. Días sólo para nosotros, para encontrarnos, para pasear, comer y tocarnos. Dejaré algunas entradas preparadas anticipando este largo fin de semana.

6/10/09

Aleksandra Marchocka

Hoy, en el sofá, de repente me he dado cuenta de lo preciosa que estás últimamente. Tu sonrisa dejaba entrever el alma en reposo y tus ojos estaban llenos de ternura. Me he llenado de tu felicidad que he sentido muy profunda, más allá de la tortilla de champiñones, jamón serrano y cebolla caramelizada ligeramente cruda, como a ti te gusta, que acababamos de compartir. Amarte me llena tanto...