6/7/09

John Ballard

Llevo media hora siguiendo cada una de tus indicaciones. Estoy a escasos centímetros de tu sexo, a punto de introducir con delicadeza extrema un objeto sintético especialmente diseñado para la búsqueda de tu placer.

- No sabes la tortura que supone llevar meses sin entrar en ti y tener que hacer esto,- te digo.

- Claro que lo sé,- respondes.

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