26/7/09

David Wright

Perpetramos juntos una de esas locuras inconfesables, en las que uno se deja llevar por el consumidor que lleva dentro y compra algo que sabe que no debe permitirse. Se trata de una chaise longe de exterior repleta de diseño y cojines franceses. Cuando te encuentro, en la sección de terraza y jardín, estás totalmente recostada.
- Cabemos los dos,- dices a modo de invitación.
Es cierto. El mueble es un palíndromo de simetría perfecta, con dos cabeceras idénticas. Mi rostro reposa cerca de tus pies. Imagino puestas de sol en la terraza, orientada perfectamente hacia el oeste, repletas de piel, lectura y silencioso deseo.
Formalizamos el pedido.

1 comentario:

  1. Imaginas tan bien que haces que imagine yo también. Felices tardes junto a tu adorada.

    Un beso

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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.