25/7/09

Olivia de Berardinis

Te regalas a mi, envuelta en tules de seducción, por primera vez en toda la semana. Desearía prolongar el tacto esquivo de la seda durante horas, pero tu mano firme se cierra en torno a mi carne petrea muy cerca de tu sexo, simulando una penetración, mientras la otra marca el ritmo sobre las piel rosada de mis nalgas. Me voy como un adolescente y duermo durante un par de horas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.