No sé si deseo reeditar el contrato que nos une. Te fantaseo envuelta en seda, dueña de gestos lentos que aten mi deseo, pero el precio es excesivo: perderte, perderme. Mi rendición ha dejado sin pulso a la yema de tus dedos. La sumisión, la derrota, la paz, sólo han traído tu ausencia y, en última instancia, palabras de desprecio que no trazaré.
Esposada en Ahora me ves
Hace 10 años
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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.