1/5/09

Nansak

Dos amigas que han compartido habitación con ducha te preguntan en el desayuno si en nuestra habitación había hidromasaje. Desvelas, provocando sus risas cómplices, tu secreto: tienes masajista a tiempo completo.
Seré yo quien te anime a jugar con la ambigüedad de las palabras sugiriendo con un susurro las palabras. Me gusta exhibir, hasta donde el canon de lo correcto lo permite, mi entrega y tu compromiso de gestionarla.
En el campo de batalla del mundo de las apariencias, en el que aparentemente te gano en coraje, tejo frases acerca de la verdad más íntima, esa de que intramuros mandas tú, lo suficientemente ambivalentes para que nadie intuya hasta que punto.
Cada una de esas frases te complace, construyendo el castillo que te abriga de todo invierno.

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