En el crecimiento de mi derrota se espaciaron tus esfuerzos. Paradoja trágica, espiral de sufrimiento, en la que cuanto más te deseaba menos te ofrecías. Ahora, en la tensión, tu deseo fluye.
Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.
Comenzamos a explorar mi sumisión dos años antes de nuestro matrimonio. Creo que fue entonces cuando empecé a recopilar, siguiendo siempre tus reglas, una buena colección de imagenes de dominación femenina.
Elegí la semana previa a nuestra boda para preguntarme a mi mismo porqué las había elegido. Y a través de estas fantasías de otros exploré en lo más profundo de las propias, organizandolas para tí en torno a una
PROPUESTA CONTRACTUAL AD ETERNUM
con la que construir un universo de entrega absoluta...
Te estás convirtiendo en mi pequeño libro de cabecera, pensamientos, situaciones, todo con una sensibilidad increible.
ResponderEliminarUn beso
el mio ya lo es desde hace tiempo¡¡¡
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