28/4/09

Vargas

Me paro ante un escaparate repleto de postales eróticas parisinas de comienzos del XX y te señalo una mujer sosteniendo un látigo.
- Es muy bonita. Lástima que no podamos tener fotos.
Terminamos comprando un boceto de alta costura en el que el grafito ha vestido de noche una espalda abierta que me recuerda a la tuya enormemente. A diferencia de la postal, podremos colgarlo en el salón de casa. En lo sutil nos reencontramos.

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