El ritual suele repetirse. Comienzas a tocarte cuando te sientes suficientemente dueña de mi. Los gestos del preludio, aquellos que te elevan a tal estado, son distintos e imprevistos, pero no la sensación que te arroba.
- A veces, me gustaría saber en qué piensas mientras te tocas. Estoy seguro de que va mucho más allá de esta cama. ¿Me equivoco?.- te pregunto.
Niegas con la cabeza. Te susurro al oído un nosotros no vivido, introduciendo dirección en tu fantasía. Mi relato te abre de par en par como una flor. Tu mano se acelera y tu boca se entreabre cuando te describo mi sorpresa ante un azote duro e inesperado que, durante unos segundos, tuerce mi gesto de sumisión. Cuando te describo mi lucha interior entre el dolor y la entrega, cuando te descibo la lenta vuelta de mi postura a la tensión de la piel para recibir tu castigo, una aureola de calor te recorre hasta derrotarte.
Esposada en Ahora me ves
Hace 10 años
SIMPLE MENTE ENCATADOR, LA ENTREGA Y EL AMOR QUE SIENTES ES EXPLENDIDO FELICIDADES A TU AMA ES UN PLACER LEERTE
ResponderEliminar