1/4/09

Alazar

Días de palabras altas y cortantes, de frío, de distancia. Ausencia de susurros. Cuando esto ocurre siento en el pecho un dolor distinto y mundano. Debes saber que si desciendes de tu pedestal te transformas en un ser humano como otro cualquiera.
A ras de suelo puedo amarte, pero no adorarte.

1 comentario:

  1. Bellas y humanas palabras... también hay que saber dejar pasar este dolor. Un abrazo.

    Ladonainvisible

    ResponderEliminar

Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.