Días de palabras altas y cortantes, de frío, de distancia. Ausencia de susurros. Cuando esto ocurre siento en el pecho un dolor distinto y mundano. Debes saber que si desciendes de tu pedestal te transformas en un ser humano como otro cualquiera.
A ras de suelo puedo amarte, pero no adorarte.
Esposada en Ahora me ves
Hace 10 años
Bellas y humanas palabras... también hay que saber dejar pasar este dolor. Un abrazo.
ResponderEliminarLadonainvisible