1/3/09

Sardax

El autocontrol de uno mismo es la base de la verdadera libertad. No soy ajeno a la hostilidad del mundo, fuente de mi ira, de mi miedo de mi tristeza. No puedo evitar las emociones humanas, pero sí tratar de integrarlas sin permitir que tomen el mando. Mi jornada de sol a sol es un ejercicio permanente de construir ese profesional, ese hombre, ese ser humano. Abandonarme a tu amor, a tu posesión, es como un baño ardiente de espuma. Ni siquiera debo regular la temperatura del agua.

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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.