9/2/09

Ugari

Las series de Ugari siempre me han parecido turbadoras. Están repletas de quietud y tonos azules que dan a sus escenas un tono irreal. Esta es, con diferencia, la más conceptual de todas. La forma de su pierna, me recuerda enormemente a las tuyas. Largas, delgadas, ligeras... pero con las rodillas ligeramente redondeadas. Es una de las partes de tu cuerpo que menos te gusta y que, por el mismo motivo, más beso.
Imagino las sensaciones de él. El tacto de la media confundiéndose con la quemazón en los pechos prendidos. El dolor soportable pero persistente que va entumeciendolos le recuerda el gesto de la misma mano que los ha aprisionado. Probablemente mira y reverencia esa mano, aquella que decidirá cuantos minutos tendrá que soportar antes de liberarlos para colmarlos de caricias. Dolor y placer se confunden como caras de una misma moneda entre los dedos de la mano que manda, que decide. Es ella quien regula los niveles de presencia y ausencia de cualquier sensación.
Sólo ella conoce el futuro. Sólo ella sabe porque ese látigo reposa.

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