22/2/09

Olivia de Berardinis

Prohibición como eje del deseo. Has elegido que tus pechos sean la zona más prohibida de tu cuerpo. Hubo un tiempo en que fueron míos y, a través de ellos, dominaba tus sensaciones. Ahora sólo puedo besarlos con suavidad en los fugaces momentos en los que te tocas.
- Lo hago por nosotros. Si te dejase tocarlos no estarías loco por mi.- me has dicho.

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