16/2/09

Leonardo

No sé si algo así ocurrirá al gún día entre nosotros. Tienes zapatos de aguja, medias tupidas y esas faldas que llevas al despacho... Sin embargo, no te he visto nunca hacer ese gesto de ella, remangándote la blusa. Estoy convencido, sin embargo, que estña entre las fantasías que no te permites. En un par de ocasiones te has dejado llevar un instante y he sentido tu palma abierta resonar contra mis nalgas con furia. Mi papel es el más sencillo. Yo aguardo, como él, tu decisión final.

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