22/1/09

Willie

Conservo como un auténtico tesoro el diario que te obligué a llevar acerca de tus fantasías cuando eras mía. Fueron tus confesiones de entonces las que nos han llevado hasta aquí. A veces me pregunto como habría sido si me hubiese negado a cumplir tu fantasía de cambiar los papeles ocasionalmente.
Has sido estas dos mujeres por el mismo motivo: poseer mi alma, si es que tal cosa es posible. Te confieso que a veces echo de menos a la mujer dispuesta y obediente que se ha ido para siempre. Especialmente cuando la otra hiberna y me siento demasiado libre.

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