4/2/09

Sardax

La literatura que aborda nuestros gestos, se esfuerza en describirlos, en darles nombres y etiquetas. A mi me interesa más la exploración de los fantasmas, de los porqués de este amor extremo.
Creo que debe haber tres motivos para desear ser el ama de un hombre: vengarse de todos los hombres, vengarse de un hombre concreto, o poseer al hombre al que se somete. Aquel cordero que dé con una de las dos primeras sólo debe esperar ser destruido por una espiral de sufrimiento. Yo tengo el dulce sufrimiento que infringe la tercera.
La vida a tu lado es plácida. El tormento interior que te consumía antes de tenerme ha cesado. A mi lado has encontrado tu lugar en el mundo: poseerme más allá de lo bienpensado, poseerme con toda la fuerza del teatro, poseerme a través de la elección del modo y el momento de cada orgasmo. ¿Qué es distinto? Gozas explorando los límites de mi sufrimiento y no retengo poder alguno para darle fin, pero el sufrimiento siempre cesa. Es distinto tu amor por el cordero, la caricia final, el beso, el premio...

2 comentarios:

  1. Hummm... Veo que Sardax te gusta tanto como a mí. Aunque también me han gustado mucho Vargas y Stanton.

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  2. Hay una cuarta; poseer mediante la sumisión al hombre amado.

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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.