Por eso, me pregunto cómo pudo ser que un día fueses mía. Tu derrota es mucho más compleja que la mía, tu deseo mucho más elaborado. Posiblemente, a través de tu sumisión, entreviste una vía hacia las profundidades del conocimiento mutuo. Ahora eres la dueña de ese abismo que es nosotros.
Esposada en Ahora me ves
Hace 10 años
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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.