26/10/09

Jack Vetrianno



Ignoro hacia dónde vamos y apenas recuerdo de dónde venimos. De algún modo, sólo existe el hoy y el ahora. ¿Qué somos?
Nuestra historia no está contada. Es la de un hombre y una mujer que empezaron besándose con simetría emocional y caminaron, por amor, hacia la sumisión plena. Recuerdo aún la tarde en que consentí ser tuyo. Me ataste con seda al sofá rojo que habita aún en el salón y te mostraste como una flor abierta, envuelta en encajes y brocados. Recuerdo el sol entrando por la ventana, tu cara complacida, mi alma sumisa enredada en tu perfume...
Mi mundo se pliega sobre ti, envolviéndote. Te pienso, eternamente. Te acaricio cuando me dejas y cuando lo prohíbes. No te idolatro como a una diosa. Al contrario, me conmueve tu humanidad tierna y frágil, cercana, tus accesos de feminidad lunática y confusa, tus intentos de ser nívea... Se puede ser contingente y señora, cual estrella caída en la que reconozco el brillo último que persigo.
En ti habita la virtud y el pecado de todas las mujeres que fueron y serán. Ya no hay un pudiera ser fuera de ti. Fantaseo con el estallido de la tangente de tus deseos, explorando de pronto el territorio ignoto.
Me entristece tu llanto, cuando te asalta la duda de haberme condenado para siempre a una sexualidad torcida o incompleta. Hace tiempo que dejé de desear el acto mecánico de penetrarte. Mi mente no ansía sentir alivio, sino en la prolongación helicoidal del deseo torturado con lentitud. Fantaseo, incluso, con el intenso escozor de tus azotes posesivos, de tus mordiscos desatados, de la presión sin miramientos de tus dedos entre mis nalgas.
Por eso, sombre todo, me aterra un futuro sin ti. Me duele tu indiferencia, anticipo de rechazo. Creo que te lloraría siempre con nostalgia de infancia perdida. Cualquier otra mujer, sin juzgar si es mejor o peor que tú, sólo sería sólo un sucedáneo de ti, una impostura del camino que me ha traído hasta aquí.
Abandónate a tu instinto de posesión. Úsame. Hazme el amor, eternamente.

1 comentario:

  1. La primera experiencia siempre te marca.....sumiso que bueno q ames a tu Dueña , para mi las cosas sin amor son huecas, y no hay cosa mas perfecta que una relacion de BDSM completa

    Saludos

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