- Tu eres muy buen esclavito pero, ¿yo que tal amita soy?... - Ser buen esclavito es muy fácil, consiste sólo en obedecer, descubriendo los propios límites. Ser amita es mucho más difíci: exige saber mandar sin transpirar incertidumbre, como si cada orden sólo pudiese ser cumplida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.
Comenzamos a explorar mi sumisión dos años antes de nuestro matrimonio. Creo que fue entonces cuando empecé a recopilar, siguiendo siempre tus reglas, una buena colección de imagenes de dominación femenina.
Elegí la semana previa a nuestra boda para preguntarme a mi mismo porqué las había elegido. Y a través de estas fantasías de otros exploré en lo más profundo de las propias, organizandolas para tí en torno a una
PROPUESTA CONTRACTUAL AD ETERNUM
con la que construir un universo de entrega absoluta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.