
- Hoy has sido muy bueno y vas a tener un premio por ello. El premio es que te dedique mi atención.- explicas. Mezclarás los azotes con las caricias entre mis nalgas.Afortunadamente, después me dejarás tocarme. Entre mis fantasías de sumisión no cabe mayor crueldad que tener que dormir ocho horas después de sentir tus atenciones. Desactivar el deseo se me antoja una tortura desesperante.
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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.