
Te das cuenta de mi tacto sorprendido y te disculpas, casi. Llevamos un par de días durmiendo en casa de tus padres y has cogido unos panties prestados.
La película, El lector, narra un amor extraño, dulce y tortuoso. De vuelta a casa de tus padres, me permites desnudarte. Por primera vez, contemplo tu cuerpo ceñido por las fibras y lo recorro suavemente con la palma de la mano allí donde nunca antes lo sentí cubierto. Me siento en la cama, tú estás de pie. Te entregas brevemente a mis brazos, a mis besos, a mi roce, antes de recordarme que estoy poniéndote el pijama.
Me tocaré de madrugada. Confesaré mi falta a la mañana siguiente. Sonreirás.
Que a alegria da Páscoa
ResponderEliminarinvada o seu coração
e o daqueles a quem ama,
irradiando luz para iluminar
e fazer brilhar o mundo em
que vivemos, enchendo-o de
AMOR, SAÚDE, PAZ
Feliz Páscoa