19/9/09

Endart

Vemos, en silencio, el Terciopelo Azul de David Linch, turbador retrato de un mundo invisible y secreto, subterráneo, de inusitada violencia sexual. Tardaremos casi un día en poner en sobremesa las sensaciones que nos ha provocado la película. Ninguno se reconoce en tan oscuro espejo. Terminamos hablando de la salvación del ser humano a través del amor, que tiene mucho que ver con las escenas finales de la película.

Entonces, me doy cuenta de que, en otro tiempo, tuve sexo convencional sin amor, pero que no podría entregarme a nadie como lo hago contigo sin ese vínculo. En cierto modo, el amor es accesorio al sexo, pues este responde siempre al instinto, pero no a la dominación. Con amor, la dominación es sed de posesión absoluta; sin el, torna en crueldad de femme fatale.

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