Hoy, de vuelta a casa, me arrumbo en el sofá y duermo una larga siesta con la tele susurrante a medio volumen. La suma de todas mis pequeñas obligaciones me ha vencido. Me despierto sintiendo la frente acariciada. Cambias tus planes y me perdonas el paseo. De vuelta, me llevas a la cama y me das un masaje en los pies, imitando el que yo te doy, ya prácticamente, cada noche.
Me doy cuenta de cuanto me amas. Es ese amor, que crece con mi entrega, al que rindo pleitesía. Dándome te tengo.
Saludos;
ResponderEliminarMis felicitaciones por tu blog y la estupenda selección de dibujos e imágenes. Me alegra ver que tienes una relación tan bonita y sentida.
Un abrazo