30/6/09

Fancy

La palabra Lanzarote, que evoca, al mismo tiempo, al caballero caído y a la isla por ambos pisada, se transforma en la palabra de paso a nuestra realidad paralela. Te propongo un juego, que aceptas con una sonrisa: cada vez que la pronuncies, en cualquier momento de nuestra vida cotidiana, en soledad o ante otros, estarás reclamando discretamente al hombre dispuesto a rendirte pleitesía. Y se abrirá la puerta a nuestro mundo secreto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.