4/5/09

Coco

Mi sumisión siempre fue un ejercicio voluntario para construir amor. Deseaba desearte para diluirme en ti para hacerte sentir la entrega absoluta. Tus palabras han provocado una reacción contraria: a partir de este punto, deseo no desearte, darte amor sin sexo alguno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.