2/4/09

Bruno Schultz

Leo en la sección de Cultura de El País la azarosa historia de Bruno Schultz, muerto en 1942, y de su obra final, un mural que ha pasado 40 años detrás de latas de comida. Israel ha montado una exposición con las cinco secciones que cortó y sacó discretamente de Ucrania en 2001, escenas de príncipes y princesas, de cuentos y fábulas populares pintadas para la pequeña de un oficial alemán. Destaca una Blancanieves de falda corta y largas piernas cuya desnudez sobrepasa en altura a los enanos.
La conservadora del museo israelí nació, probablemente, después de 1942, pero conoce al dedillo la vida del artista. “Era un tipo que idolatraba a las mujeres, como atestiguan sus pinturas y la correspondencia que mantuvo con varias de ellas y que recopiló en dos libros publicados en 1934 [...] El hombre es su sirviente, las mujeres aparecen coronadas. Eso es muy provocador para los años 20 del siglo pasado”, explica.
Por el tono del artículo, se diría que la mujer está arrobada por un hombre del que la separa la imposibilidad absoluta de unas pocas décadas de espacio y tiempo. Ha dedicado horas a conocerle y cuanto más le conoce más sabe que bien podría haber sido al contrario. Debió de ser al contrario. Y he aquí que es el objeto de deseo el que desea haber sido deseado.

1 comentario:

  1. No acabo de entender ese parrafo último...
    el no deseaba haber sido deseado... o eso entiendo yo. Que compleja es la mente, que complejos los deseos, que complejas las definiciones y que poco espacio queda para el aire.

    Me llena leerte, gracias.

    Ladonainvisible

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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.