Todas tus braguitas son así de lindas. Incitan a colmar de besos la carne que cubren. En ocasiones te gusta tumbarte sobre la cama y ofrecérmelas. Después de unos minutos comienzo a sentir tus dedos serpenteando bajo la tela. Quien sabe en qué piensas en esos largos silencios. Creo es entonces, en tu cabeza, cuando recibo los latigazos más fuertes.
Esposada en Ahora me ves
Hace 12 años
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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.