2/10/09

Gernot

Ayer, Revolutionary Road, historia de un matrimonio atrapado en el deber ser de las cosas. En algún desyuno soleado de huevos revueltos con zumo natural se perdieron el uno al otro. Extraños fingiendo que todo va bien.
Nuestro mayor temor, despertar y descubrir que la sensación de magia y milagro se ha ido. Cada día debe ser primero y último. Agradezco que el sexo sea misterio y no carne cotidianamente recorrida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.