27/9/09

German

Garaje, gentío, fiesta, tumulto... carne revuelta.
Yo, sin embargo, me siento extraño, eunuco insensible ante la belleza objetiva del mundo.
He dejado de sentir como un hombre.
Las tres copas me dan la lucidez para comprender que eres obsesión de la cual dependo.
Tomo consciencia de forma nítida del cambio.
Y, lejos de sentirme cómodo, me invade una angustia extraña.

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