
- Nuestra vida se va llenando de cotidianeidad, pero queda espacio para la poesía.- respondes.
Es una forma de expresar lo inaprensible, la toma de consciencia de que la vocación de envejecer juntos no es ajena al cambio, a la rutina incluso, pero retiene un núcleo primordial de sobrecogimiento en el que ambos seguimos sintiendo el milagro de tenernos al tocarnos.
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Si deseas dejar un comentario, es bienvenido. Te anticipo, no obstante, que no contestaré por expreso deseo de la mujer a la que amo. Rara vez cuestiono lo que la hace feliz.